Trump amenaza a la UE con aranceles del 35% si no invierte 600.000 millones en Estados Unidos

Los síntomas de la economía estadounidense no son halagüeños, pero todo eso no alienta a que el presidente Donald Trump se replantee su política, que se basa casi exclusivamente en la guerra comercial contra el mundo. A pesar del preacuerdo con la Unión Europea, espectacular en titulares y escasa claridad, Trump amenazó este martes con incrementar los gravámenes al bloque de los 27 del 15% pactado hasta el 35% si no se concreta la inversión europea de 600.000 millones de dólares en EE.UU.

Hace escasos diez días que Trump y Ursula von der Leyen se reunieron de emergencia en Turnberry (Escocia), en el club de golf de líder republicano, para dar con una salida negociada antes de que entrarán en vigor el 1 de agosto unos impuestos a las exportaciones de la UE del 30%. La rebaja del 15% estuvo acompañada con el trato de que la UE invertirá 600.000 millones, además de comprar energía de EE.UU. por valor de 750.000 millones en los próximos tres años.

Todo indica que a oídos de Trump han llegado quejas europeas en contra de esa inversión. Así que en unas declaraciones a la CNBC, el mandatario advirtió, en su estilo puramente de presión, que, si no hay inversión, “entonces pagarán aranceles del 35%”, un porcentaje que sería destructivo para muchas empresas de la UE.

En esa misma intervención, Trump señaló que planea eventualmente unos gravámenes para las industrias farmacéuticas que exporten a EE.UU. de hasta el 250%, el impuesto más elevado con el que ha amenazado hasta ahora.

Aseguró que inicialmente impondrá “aranceles bajos” a estas compañías, pero en un año o año y medio alcanzarán  el 150% y de ahí se dispararán luego al 250%. En ningún momento especificó el montó de esos gravámenes iniciales.

Una vez más dio la fórmula para evitar esos impuestos. “Queremos que los productos farmacéuticos se produzcan en nuestro país”, recalcó de nuevo. Eso libera de gravámenes.

El presidente ha amenazado repetidamente con sus propuestas de aranceles, y luego las ha cambiado, así que no hay garantía alguna de que se alcance ese tope del 250%. A principios de julio lanzó un mensaje intimidador con unos gravámenes del 200% a las farmacéuticas.

Esta planificación de impuestos a las importaciones de EE.UU. ha hecho que esta industria avisara de que los gravámenes podrían aumentar los costos, disuadir las inversiones en EE.UU. interrumpir la cadena de suministro de medicamentos y poner en riesgo a los pacientes.

Los productores de medicamentos ya han tenido que navegar entre las consecuencias de la política de precios impuesta por Trump, que sostienen colocan en el punto de mira tanto el acceso a los fármacos como su capacidad para investigación y desarrollo de innovaciones.

Trump envió la semana pasada cartas a 17 compañías para que rebajen los precios con la fecha límite del 29 de septiembre.

A partir de este final de semana está previsto que entren en vigor los mal llamados aranceles recíprocos a 68 países y la UE. 

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