La misteriosa fórmula de la Coca-Cola contará con un nuevo ingrediente y, esta vez, no será ningún secreto. Así lo anunció el mismo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que ha logrado, asegura, convencer a la multinacional estadounidense para que utilice azúcar de caña real en sus brebajes producidos en Estados Unidos. Como siempre cuando tiene anuncios mediáticos que hacer, Trump lo ha expresado así a través de su red social Truth Social: “He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos y han aceptado hacerlo”.
Trump agradeció a los directivos de la empresa la decisión tomada. “Este será un muy buen movimiento por su parte – Ya verán. ¡Simplemente es mejor!”, concluyó. La Casa Blanca compartió a su vez en X la declaración de Trump con una imagen en la que el presidente aparece en un fondo rojo con los puños en alto y un mensaje donde se puede leer: “Tómate una Coca-Cola con Trump”. El apellido está grabado en la etiqueta de la botella.
En EE.UU. se empleaba jarabe de maíz hasta el anuncio y el cambio podría afectar a la producción local de este cultivo
La compañía, ni ha confirmado ni ha negado la información. Un portavoz de la empresa, con sede en Atlanta, declaró a la agencia AP que agradece el entusiasmo de Trump y prometió que pronto compartiría más detalles sobre las nuevas ofertas de sus productos. En su web, Coca-cola también precisa que su producto estrella se consume en más de 200 países, y detalla que en función del lugar donde se fabrique y las materias primas que se usen pueden detectarse ligeras diferencias en el sabor. Sin ir más lejos, en Europa se usa azúcar como edulcorante, mientras que en Estados Unidos, hasta que se implemente el cambio anunciado, se emplea jarabe de maíz en el caso de la Coca-Cola sabor original.

Fotografía publicada por la Casa Blanca en la que Donald Trump, aparece junto a un mensaje donde se puede leer “Tómate una Coca-Cola con Trump”, con su apellido grabado en la etiqueta de la botella
Así, los partidarios del azúcar de caña están de enhorabuena. Hasta el momento la compañía ya les complacía importando botellas de vidrio de la Coca-Cola mexicana a Estados Unidos desde 2005. Sin embargo, no todos están tan contentos: el regreso del azúcar a la producción estadounidense podría afectar a los productores de maíz del país. “Reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña no tiene sentido”, declaró John Bode, presidente y director ejecutivo de la Asociación de Refinadores de Maíz.
“El presidente Trump defiende los empleos en la industria manufacturera estadounidense, a los agricultores estadounidenses y la reducción del déficit comercial. Reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña costaría miles de empleos en la industria alimentaria estadounidense, reduciría los ingresos agrícolas y aumentaría las importaciones de azúcar extranjera, todo ello sin ningún beneficio nutricional”, añadió con enojo.
Su bebida favorita
El propio Trump es fanático de la Coca-Cola Light, hasta el punto que se hizo instalar un botón rojo en el famoso escritorio Resolute del Despacho Oval para que un mayordomo de la Casa Blanca le traiga una cada vez que él lo pida. A pesar de su afición por la Coca-Cola Light, su relación con la compañía no siempre ha sido buena. En una serie de publicaciones de 2012, Trump sugirió que los refrescos light podrían estar relacionados con el aumento de peso. También aseguró que “la compañía Coca-Cola” no estaba “contenta conmigo”; pero subrayó que “no pasa nada, seguiré bebiendo esa basura”.
Años después, en una cumbre del G20 de 2017, se pudo ver una botella de Coca-Cola Light junto a su silla. Y The New York Times informó en 2018 que bebía una docena de Coca-Colas Light al día.