Trump dice que reabrirá la prisión de Alcatraz para encerrar a “delincuentes despiadados”

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado a través de su red social que ordenará a su Gobierno restaurar la prisión de Alcatraz para convertirla en una prisión de máxima seguridad. En el último ejemplo de su populismo punitivo, ha asegurado que reabrirá la mítica cárcel, que en la actualidad es un museo, en un lugar en el que “albergar a los delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos”.

“Durante demasiado tiempo, América ha estado plagada de delincuentes despiadados, violentos y reincidentes, la escoria de la sociedad, que nunca aportarán nada más que miseria y sufrimiento. Cuando éramos una Nación más seria, en tiempos pasados, no dudábamos en encerrar a los criminales más peligrosos, y mantenerlos lejos de cualquiera a quien pudieran dañar. Así es como debe ser. Ya no toleraremos a estos delincuentes en serie que siembran la suciedad, el derramamiento de sangre y el caos en nuestras calles. Por eso, hoy ordenaré a la Oficina de Prisiones, junto con el Departamento de Justicia, el FBI y Seguridad Nacional, reabrir un ALCATRAZ sustancialmente ampliado y reconstruido, para albergar a los Delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos”, ha anunciado a través de Truth Social.

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Imagen de archivo de Alcatraz

Eric Risberg / Ap-LaPresse

Donald Trump, presidente de EE.UU.

“Durante demasiado tiempo, América ha estado plagada de delincuentes viciosos, violentos y reincidentes, la escoria de la sociedad”

La prisión de Alcatraz albergó el siglo pasado a gánsteres de renombre como Machine Gun Kelly o Al Capone, y en la actualidad es un museo en el que se recuerda la famosa fuga de tres hombres en 1962, un año antes de su cierre definitivo. Situada en una isla en San Francisco, nunca se llegaron a encontrar los cuerpos de los tres fugados, que posiblemente murieron en el mar escapando de la isla.

El senador de California Scott Wiener ha calificado la idea de Trump de “absurda a primera vista” y el último ejemplo de lo que señala como un “continuo comportamiento desquiciado” del presidente. Un portavoz de Gavin Newsom, el gobernador de California, el Estado en el que se encuentra la cárcel, se ha burlado de la idea de Trump: “Parece que ha vuelto el Día de la Distracción en Washington”, ha afirmado Izzy Gardon, director de comunicaciones de Newsom.

Reconvertir Alcatraz en una prisión, seis décadas después, implicará un enorme gasto público de millones de dólares, en un momento en el que la Administración asegura que está recortando el gasto inútil del Gobierno. El presidente está en medio de una cruzada contra los inmigrantes, a los que ha deportado a El Salvador y otros países asegurando sin pruebas que son miembros de bandas criminales como el Tren de Aragua o la MS-13. Su argumento es que son “monstruos” y no merecen estar en el país, pero el coste de deportarlos es tan elevado que considera oportuno enviarlos a una prisión desierta.

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De hecho, la cárcel se cerró en 1963 debido, en parte, al deterioro de las infraestructuras y a los elevados costes de reparación y suministro de las instalaciones de la isla. Cualquier transporte de material hacia Alcatraz debe darse en barco, lo que eleva las dificultades logísticas del plan de Trump.

El presidente no solo quiere encerrar allí a los que su Gobierno considere como “criminales”, también a los “jueces que tienen miedo de hacer su trabajo”, en una evidente referencia a la jueza de Wisconsin que fue arrestada la semana pasada por, presuntamente, ayudar a un inmigrante a escapar de su detención en sede judicial, una práctica habitual en el Gobierno de Trump.

La idea del mandartario llega después del fracaso de enviar a inmigrantes, a lo que él considera “lo peor de lo peor”, a la prisión militar de Guantánamo, en la que se ha encontrado con las críticas de sus habitantes por la imposibilidad logística de llevarlo a cabo. 

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