El presidente Donald Trump, que se vistió el viernes de pacificador internacional para colgarse la medalla del preacuerdo de paz entre Azerbaiyán y Armenia, se puso este lunes el traje de fatigas del guerrero doméstico. Así lució al anunciar que envía a los militares a las calles de Washington DC para “limpiarla” de sintecho, “a los que ya hemos empezado a echar lejos”, y encarcelar a los delincuentes.

Miembros de la Guardia Nacional el 6 de enero de 2021 alrededor del Capitolio
Trump informó en rueda de prensa en la Casa Blanca, rodeado de los secretarios de Defensa y Justicia, Pete Hegseth y Pam Bondi, junto otros cargos, que destinará 1.000 miembros de la Guardia Nacional para dar apoyo a las fuerzas de seguridad.
Las órdenes ejecutivas que firmó el mandatario de EE.UU. colocaron también bajo control federal a la policía de Washington, en su “día de la liberación”, una decisión inusual y polémica en la política estadounidense.
No solo eso. Aseguró que hay tropas regulares del Pentágono listas para sumarse a la “limpieza” y autorizó al Hegseth a trabajar con los gobernadores para preparar el despliegue de la guardia nacional en otras ciudades si lo creen necesario.
El FBI ha reconocido que la criminalidad en EE.UU. ha bajado en los últimos años
Su decisión se produce cuando el propio FBI reconoce en sus estadísticas que la delincuencia baja de forma notable en la capital tras el repunte durante la pandemia. Los crímenes violentos cayeron un 35% del 2023 al 2024 y un 26% del 2024 a lo que llevamos del 2025. Sin embargo, el presidente pintó un paisaje de terror en el DC y otras ciudades, como Chicago o Nueva York, que al menos en esta última no encaja con el día a día de calles, parques y restaurantes repletos.
En su arrebato no descartó adoptar en esos dos núcleos medidas parecidas a las de Washington. “Vamos a ver qué pasa. Espero que esas otras ciudades tomen nota y se limpien por sí mismas, pero si no aprenden la lección…”, afirmó sin concluir la frase. Trump persigue, imitando los gobiernos autoritarios, anular el poder de metrópolis bajo control demócrata, a las que estigmatiza.
Para el presidente, el DC tiene una situación peor que Bogotá, Ciudad de México, Panamá, Lima o Brasilia. Contrariamente a lo que sostuvo, el director del FBI nombrado por él, Kash Patel, intervino en la comparecencia y recalcó que “los índices de crímenes violentos están al nivel más bajo en décadas”.
La alcaldesa, Muriel Bowser, replicó que el presidente solo quiere hacer una demostración de fuerza, como ya realizó en Los Ángeles. La Guardia Nacional asistirá en cuestiones logísticas, de transporte y de vigilancia de locales de la capital.
Trump no ha cesado este fin de semana de quejarse en su red social y de plantear la necesidad de acabar con el crimen en Washington. Dicen que, además de la agresión que sufrió un colaborador, al presidente le molestaron unas fotos sacadas en un recorrido en coche cuando regresaba de jugar al golf.
Las tropas no tendrán poder para arrestar a gente, pero sí podrán retenerla hasta que lleguen los policías, a los que les dio barra libre. “Veo que les escupen pero ahora podrán hacer lo que quieran”, añadió