Trump estalla por el caso Epstein y ordena publicar algunos documentos

Una carta obscena que supuestamente remitió Donald Trump a Jeffrey Epstein en el 2003, por el 50 cumpleaños de su amigo, detonó la espoleta y puso al presidente estadounidenses en el modo de crisis.

Trump intenta una nueva estrategia para aplacar la revuelta entre sus seguidores por este caso que eclipsa sus éxitos al frente del gobierno y, en su lugar, no se hace otra cosa que hablar de un muerto al que querría metido en la tumba del olvido.

El líder republicano ordenó la noche del jueves a la fiscal general Pam Bondi que solicite la desclasificación de más testimonios del gran jurado contra el depredador sexual Jeffrey Epstein, el financiero multimillonario, colega de personalidades como el propio Trump, que se suicidó en una cárcel de Nueva York en el 2019.

Bondi cumplió y lo hizo este mismo viernes. Pero esas transcripciones, si salen a la luz, solo serían una parte de la enorme cantidad de documentos acumulados en este asunto, entre los que no se incluirían los que tanto ansían los miembros furiosos del movimiento MAGA. Lo que quieren ver son los vídeos, las fotografías o los cientos de folios con correos electrónicos. Y, sobre todo, lo que reclaman es la supuesta lista de clientes del pedófilo, que Bondi dijo en febrero que tenía sobre su mesa y que hace dos semanas, al decir que no existía, provocó el incendio que amenaza con escindir al trumpismo.

El otro punto clave es que el reciente informe del Departamento de Justicia indicó que no había nada que avalara que Epstein no se suicidó y que lo mataron para silenciarlo.

El mandatario señaló que esta iniciativa, adoptada por “la ridícula cantidad de publicidad dada a Jeffrey Epstein”, debe ser suficiente para calmar el creciente clamor, cuyo origen falsamente atribuye a los demócratas, cuando fueron personas que están en su gobierno –el vicepresidente J.D. Vance o los jefes del FBI, Kash Patel y su número dos Dan Bongino– los que alentaron la teoría de la conspiración contra la élite liberal. Además, por mucho que pida la desclasificación, el tribunal encargado del sumario, en este caso de Nueva York o Florida, debe dar el visto bueno y esto lleva tiempo.

Trump cambia de rumbo y pide hacer públicos testimonios del gran jurado, lo que llevará un tiempo

El alcance sería limitado, remarcaron los juristas y, bajo las leyes federales del procedimiento criminal, el secreto de un gran jurado tiene unas normas muy concretas, en defensa de víctimas, de terceras personas o de otros implicados, y se requiere demostrar que existe una razón de fuerza mayor para levantar ese secreto legal.

Esta circunstancia juega a favor del presidente, insistieron esos expertos, por cuanto le permitirá apelar a la narrativa de que él ha hecho todo lo que ha podido y es la justicia la que impide conocerse la verdad.

Su otro sospechoso habitual es, una vez más, los medios de comunicación. Trump arremetió contra la primicia del The Wall Street Journal sobre la carta de felicitación a Epstein. En la misiva, supuestamente, expresó su complicidad con el homenajeado en un texto mecanografiado, enmarcado por la silueta de una mujer, que parece estar dibujada con un rotulador grueso. Un par de pequeños arcos representan los pechos y la firma de “Donald” se encuentra debajo de su cintura, imitando el vello púbico.

El presidente aseguró que eso era un montaje que nada tenía que ver con él y este viernes presentó una demanda contra el Journal y su dueño, Rupert Murdoch, una de las figuras relevantes en cimentar su figura política mediante su otra empresa, la Fox.

Que dijera que era una carta falsa propició que relevantes figuras de su movimiento, incluido su nuevo enemigo Elon Musk, coincidiera que era una estrategia contra el presidente. Esa solidaridad, sin embargo, no apagó la ira de los MAGA.

En su descalificación de la carta –concluye con un “tenemos ciertas cosas en común”, (…) “feliz cumpleaños, y que cada día haya otro secreto maravilloso”– subrayó que ese no era su lenguaje y proclamó que no podía ser obra suya porque “nunca he hecho un dibujo en mi vida, no hago dibujos de mujeres”.

Quedó retratado porque las redes se llenaron de dibujos, en especial de edificios, de los que había alardeado. Gavin Newson, gobernnador de California, tuiteó esa frase y al lado puso un artículo del The Washington Post sobre el boceto de un skyline de Manhattan que salió a subasta en el 2019.

“Por lo general dibujo para caridad”, explicó en el 2008. “El arte no es mi punto fuerte pero sirve para ayudar a gente”.

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