Trump prohíbe a las mujeres trans participar en competiciones deportivas femeninas

Entre piropos a las decenas de “preciosas” niñas y mujeres atletas que le han acompañado en la Sala Este de la Casa Blanca, Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que prohibirá a las mujeres trans participar en las competiciones deportivas femeninas en las escuelas y las universidades. “Es cuestión de sentido común”, ha argumentado, momentos antes de aprobar la medida, una de sus promesas de campaña. “Defenderemos la orgullosa tradición de las atletas femeninas y no permitiremos que los hombres golpeen, hieran y engañen a nuestras mujeres y nuestras niñas. A partir de ahora, los deportes femeninos serán solo para mujeres”.

El decreto, titulado “Apartar a los hombres de los deportes femeninos”, ordena al departamento de Justicia prohibir de forma inmediata a todas las niñas y mujeres transgénero participar en competiciones diseñadas para mujeres. Eso incluye las escuelas y los campus universitarios, y se basa en su interpretación del Título IX, una ley de 1972 contra la discriminación sexual en programas educativos financiados por el gobierno federal. Tras la orden ejecutiva, el decreto negará fondos federales a las escuelas que permitan a las mujeres trans participar en deportes femeninos.

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“En los últimos años, la izquierda radical ha emprendido una campaña sin cuartel para borrar el concepto mismo de sexo biológico y sustituirlo por una ideología transgénero militante”, ha señalado el republicano. “Las atletas femeninas se han visto obligadas a estar en primera línea, y los hombres, que dicen ser chicas, han robado más de 3.500 victorias e invadido más de 11.000 competiciones diseñadas para mujeres”, ha añadido, sin aportar la fuente del dato.

La medida recibe un fuerte apoyo en la sociedad estadounidense: según una encuesta realizada en enero por The New York Times e Ipsos, el 67% de la población de opone a la presencia de atletas transgénero en las competiciones deportivas.

El presidente ha recordado que en el 2028 la ciudad de Los Ángeles acogerá los Juegos Olímpicos y ha expresado su intención de que también reconozca que “solo hay dos géneros: hombres y mujeres”. Ha asegurado que el secretario de Estado, Marco Rubio, “dejará claro al Comité Olímpico Internacional que Estados Unidos rechaza categóricamente la locura transgénero. Queremos que cambien todo lo que tenga que ver con los Juegos Olímpicos y con este tema absolutamente ridículo del que ni siquiera tenemos que hablar”.

Utilizando como referencia el caso de la boxeadora argelina Imane Khelif, que ganó el oro olímpico en París entre acusaciones falsas de ser una mujer trans, el presidente ha usado su habitual método de la mentira y el caso aislado para generalizarlo y presentarlo como un problema de primer orden. “En Los Ángeles, en 2028, mi administración no se quedará de brazos cruzados mientras golpean y maltratan a las atletas. No vamos a permitir que eso suceda. Va a terminar, está terminando ahora mismo, y nadie podrá hacer nada al respecto, porque cuando hablo, hablo con autoridad”.

Trump confirma que el departamento de Educación, que supervisará la orden en las escuelas, será desmantelado próximamente

En las competiciones escolares, será el departamento de Educación el encargado de liderar las investigaciones para garantizar su cumplimiento. Sin embargo, tan solo de forma temporal, pues el presidente prevé desmantelar este departamento en los próximos días, como ha confirmado en la misma intervención: “Estamos intentando trasladar la educación de vuelta a estados. Sabéis que estamos haciendo un gran movimiento y contamos con Linda McMahon”, ha dicho, citando a su nominada para ser secretaria de Educación, la cofundadora de la empresa de lucha libre WWE. Cuando sea confirmada por el Senado, su primera y única tarea será eliminar su cargo y departamento.

Con este decreto, que se suma a la ofensiva contra las personas trans en el servicio activo militar, Trump alimenta sus ataques institucionales contra una minoría discriminada socialmente, que representa el 0,6% de la población estadounidense mayor de 13 años. La orden complementa a la que firmó en su primer día de mandato, en el que ratificó que “solo hay dos géneros” y sigue el ejemplo de las leyes y regulaciones ya aprobadas en la mayoría de estados gobernados por republicanos, con el caso pionero de Florida, que prohíben la participación de mujeres trans en el deporte femenino.

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