Trump y Putin plantean reunirse para acabar con la guerra de Ucrania

El presidente ruso, Vladímir Putin, recibió ayer en el Kremlin al enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, dos días antes de que venza el ultimátum de Donald Trump. Aunque la intención era presionar a Rusia para que aceptase la paz en Ucrania, Moscú considera “muy útiles” los actuales contactos con Washington a través del emisario.

Witkoff logró “grandes progresos”, dijo Trump, quien ahora planea encontrarse personalmente con Putin la próxima semana, publicó The New York Times. “Los rusos expresaron su deseo de encontrarse con el presidente Trump, y el presidente está abierto a una reunión (conjunta) con Putin y con Zelenski. El presidente Trump quiere que esta guerra brutal termine”, dijo Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca.

Rusia dice que la reunión fue “muy útil y constructiva” y Trump que Witkoff logró “grandes avances”

Tras la reunión de Putin y Witkoff, de casi tres horas, Yuri Ushakov, consejero presidencial ruso para asuntos internacionales, dijo a los periodistas que las conversaciones fueron “muy útiles y constructivas”. Se intercambiaron “señales” sobre el actual conflicto armado entre Rusia y Ucrania, dijo. “Por nuestra parte, transmitimos algunas señales sobre la cuestión ucraniana. Putin recibió, a través de Witkoff, “señales relevantes de Trump”, añadió. Fue la quinta visita de Witkoff a Rusia desde principios de año. En todas las ocasiones se reunió con el jefe del Kremlin, la última el 25 de abril. En el encuentro de ayer, Putin y Witkoff también abordaron las perspectivas del desarrollo de las relaciones entre ambos países, apuntó Ushakov.

Como otras veces, las autoridades rusas acogieron con deferencia al inversor norteamericano convertido desde este año en uno de los emisarios de Trump para negociaciones de paz. Aunque su cargo oficial es enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, de facto actúa como mensajero personal del dirigente estadounidense con Putin. En Vnúkovo, uno de los cuatro aeropuertos internacionales de Moscú, le recibió Kiril Dimítriev, enviado especial del presidente ruso para Inversión Extranjera y Cooperación Económica. Juntos dieron luego un paseo por el Parque Zariadie, junto a la plaza Roja y el Kremlin.

Baja la popularidad de Zelenski

La confianza de los ucranianos en Volodímir Zelenski ha disminuido del 65 % en junio al 58 % a principios de agosto, señala una encuesta publicada ayer por el Instituto Internacional de Sociología de Kyiv. Según el Kyiv Independent, la encuesta comenzó el 23 de julio, un día después de que Zelenski firmara una ley que subordinaba las agencias anticorrupción al fiscal general. Eso provocó protestas masivas, críticas internacionales –en particular, de la UE– y acusaciones de que el Gobierno estaba socavando las reformas, de modo que Zelenski dio marcha atrás y firmó una nueva legislación el 31 de julio que restableció la independencia de la Oficina Nacional Anticorrupción y la Fiscalía Anticorrupción. Ayer, y tras bloquear durante un mes su designación, el Gobierno nombró un nuevo jefe de la Oficina para la Seguridad Económica. Se trata de Oleksandr Tsivinski, quien tuvo que superar la prueba del polígrafo para demostrar que no tiene vínculos con Rusia. La UE, otros socios de Ucrania y algunos grupos cívicos habían pedido que Tsivinski fuera aceptado como jefe de este cuerpo encargado de identificar y combatir delitos y prácticas que amenacen la economía.

Tras la reunión en el Kremlin, Dimítriev escribió en su canal de Telegram: “El diálogo constructivo entre Rusia y Estados Unidos continúa”. Y acompañó su mensaje con tres emojis: una paloma con una rama en el pico, una bandera de Rusia y una bandera de EE.UU.

El portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, se había mostrado el lunes pasado “encantado” con la visita de Witkoff. Los contactos que ha mantenido este año Rusia con EE.UU. a través de él son “importantes, significativos y muy útiles”, aseguró.

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El presidente de Estados Unidos, que ha dejado claro en los últimos meses su “decepción” con Putin por la falta de avances hacia una solución negociada, había dado un ultimátum a Rusia de 50 días que luego rebajó a 10 y que termina este viernes, 8 de agosto. Trump aseguró que, de no llegar a un acuerdo de solución para la guerra, impondría nuevas sanciones a Rusia y, además, castigaría con aranceles del 100 % a los países que importen los productos rusos, especialmente petróleo y gas. Eso afectaría sobre todo a China y a India.

El Kremlin reaccionó en julio a la exigencia final de Trump diciendo que Rusia ya se había acostumbrado a las sanciones occidentales. “Nuestra economía funciona bajo una gran cantidad de restricciones. Ya hemos desarrollado una cierta inmunidad en este sentido”, dijo Peskov. Pero en la última semana EE.UU. ha ejercido especial presión sobre India para que deje de comprar crudo ruso. Moscú ha dicho que las amenazas de penalizar a sus socios son “ilegales”.

Trump “está abierto” a una reunión a tres, con Putin y con Zelenski, la próxima semana, dice la Casa Blanca

Rusia sostiene que los contactos con la actual administración de la Casa Blanca resultan muy importantes. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, también calificó el viernes pasado de “muy útiles” las negociaciones con EE.UU. sobre Ucrania pese al ultimátum. “Gracias a la insistencia del presidente Donald Trump el régimen de Kyiv aceptó nuestra propuesta de retomar las negociaciones de Estambul”, dijo en declaraciones publicadas en el portal oficial de la cartera que dirige.

Rusia y Ucrania reanudaron las negociaciones directas el pasado mayo. Desde entonces, sus delegaciones se han reunido en tres ocasiones en la gran metrópoli turca. Sin embargo, no han logrado acercar posiciones políticas, que según el Kremlin son “diametralmente opuestas”, y los únicos acuerdos han sido humanitarios: intercambio de prisioneros de guerra y entrega de cadáveres de soldados caídos en combate.

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