Trump y Von der Leyen abordan los aranceles en la recta final de las negociaciones comerciales

El reloj aprieta. Bruselas y Washington se encuentran en el “principio del juego final” –en palabras del mismo portavoz comunitario de comercio– de la guerra comercial que arrancó el presidente de EE.UU., Donald Trump, el pasado 2 de abril con el llamado “día de la liberación”. La tregua que abrieron ambas potencias para negociar una solución acordada expira este 9 de abril, y las negociaciones también se están llevando a cabo al máximo nivel político.

Según ha confirmado este lunes la Comisión Europea, la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, y Trump hablaron ayer por teléfono de cara a tener un principio de acuerdo este miércoles. “Un buen intercambio”, ha resumido Bruselas, sobre la que es la segunda llamada directa de este tipo entre ambos mandatarios, que también hablaron cara a cara sobre el tema en los márgenes de la reunión del G-7 de Canadá.

El viaje del comisario a Washington

La UE asegura que hay “progresos sustanciales” hacia un principio de acuerdo de cara al miércoles

La Unión Europea oficialmente mantiene el secretismo sobre los avances en las negociaciones. El portavoz de Comercio, Olof Gill, solamente ha reiterado que en el viaje que llevó a cabo la semana pasada el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, a Washington se alcanzó un “progreso sustancial” de cara a un principio de acuerdo para el 9 de julio, tras lo cual se deberían cerrar los flecos más adelante. Tras la sugerencia de EE.UU. de que podría extender el plazo de las negociaciones, la UE sigue considerando que la fecha tope es este miércoles.

“Se ha avanzado hacia un acuerdo de principio, consultamos a nuestros Estados miembros el viernes. Nuestra presidenta habló ayer con el presidente estadounidense. Y estamos trabajando duro en todos los frentes para conseguir algo antes del 9 de julio”, ha dicho Gill en la rueda de prensa diaria de la Comisión.

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July 4, 2025, Washington, District Of Columbia, USA: President Donald Trump holds up his signed signature bill of tax breaks and spending cuts at the White House in Washington, Friday, July 4, 2025

El ejecutivo comunitario informó el pasado viernes durante alrededor de una hora a los embajadores de los Veintisiete este viernes por la tarde. Después de las necesarias consultas, este fin de semana han continuado a nivel técnico y político los contactos con Estados Unidos. Los embajadores podrían volverse a reunirse pronto, incluso este mismo lunes, para analizar los últimos avances.

Otras fuentes diplomáticas señalan que la situación es complicada, aunque hay voluntad por ambas partes de continuar, porque EE.UU. todavía está intentando que haya aranceles sustanciales en un importante número de industrias como la automoción europea –Trump está obsesionado con los coches alemanes–, mientras se muestra abierto a retirarlos a otras. Todo, mientras Europa debería aceptar siempre un mínimo de un 10% de aranceles “recíprocos”, como hizo el Reino Unido. El Financial Times apuntó también que EE.UU. amenaza con un 17% de aranceles sobre los productos agrícolas.

La industria alemana, especialmente afectada

Algunos países, como Alemania, presionan para alcanzar un pacto lo antes posible

Preguntado por estas amenazas, Gill ha evitado confirmarlas. “Queremos llegar a un acuerdo con EEUU. Queremos evitar los aranceles. Creemos que causan dolor. Queremos lograr resultados en los que todos ganen, no en los que todos pierdan”, ha comentado este lunes el portavoz.

En Bruselas son conscientes de que cualquier pacto comercial con Estados Unidos resultará en una situación peor para Europa que la que había antes de que Trump regresara a la Casa Blanca, y es algo que ya se está digiriendo. La pregunta, sin embargo, es cómo de peor va a ser. Son varios los países que prefieren la guerra arancelaria a un mal pacto en que la UE salga perdiendo demasiado. Otros, sobre todo Alemania, están presionando por un acuerdo rápido aunque sea malo porque sus industrias se están viendo muy afectadas por los gravámenes actuales.

Si el acuerdo se alcanza, es posible que la presidenta Von der Leyen tenga que viajar a Washington para escenificarlo en un encuentro con Trump en la Casa Blanca. De momento, no hay planes de viaje, pero todo podría cambiar rápidamente.

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