
Kyiv y Washington ultiman el acuerdo que cederá a Estados Unidos los derechos de explotación de buena parte de los recursos naturales de Ucrania. Su firma podría llegar tan pronto como este miércoles, según informan medios estadounidenses, pues la viceprimera ministra ucraniana y titular de la cartera de Economía, Yulia Svyrydenko, ya se dirige a Washington para rubricar el acuerdo.
Este pacto es para EE.UU. una condición necesaria como parte de su mediación en las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia. Originalmente, estaba previsto que fuera rubricado a finales de febrero, cuando el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, fue expulsado de malas maneras de la Casa Blanca. Tras su encuentro aparentemente improvisado con Donald Trump el pasado fin de semana en Roma, el acuerdo ya parece inminente.
La última versión del borrador no proporciona a Kyiv garantías de seguridad concretas, lo que durante tiempo fue una condición para Zelenski, pero sí abstractas: afirma que Ucrania y EE.UU. se comprometen a una “alineación estratégica a largo plazo” y Washington promete “apoyo a la seguridad, la prosperidad, la reconstrucción y la integración de Ucrania en los marcos económicos globales”, según la revisión del texto obtenido por The Washington Post.
Este lenguaje parece suficiente compromiso por parte de EE.UU., especialmente si se compara con la versión inicial, presentada por el secretario del Tesoro americano, Scott Bessent, que únicamente describía el acuerdo como un medio para que Washington pudiera recuperar el costo de su ayuda militar a Ucrania en tres años de invasión. Zelenski se negó entonces a firmarlo, asegurando que no iba a aceptar un pacto que reclasificara la ayuda recibida como deuda.
El presidente ucraniano ha insistido en la necesidad de obtener garantías de seguridad por parte de Washington, pues no confía en que el líder ruso Vladímir Putin vaya a respetar los términos de un acuerdo de alto el fuego si Ucrania está debilitada. Trump aseguró que la explotación de los minerales críticos ucranianos era “la garantía” de que no iban a ser atacados, pues el interés estadounidense en el país iba a ser suficiente para disuadir a Rusia.
El borrador no ofrece garantías de seguridad concretas, pero sí una “alineación estratégica a largo plazo”
El borrador señala que, además de explotar los recursos neturales, Kyiv y Washington crearán un fondo de inversión conjunto con el que “crearán las condiciones necesarias para aumentar la inversión en minería, energía y tecnología relacionada en Ucrania”. Es decir, podría firmarse un segundo acuerdo para este fondo. EE.UU. está especialmente interesado en las tierras raras, unos recursos minerales críticos para la industria tecnológica, de los que su potencia rival, China, tiene la mayor cantidad en el mundo.
Aunque se prevé que el acuerdo sea firmado hoy, el Financial Times ha informado que, mientras la ministra de economía ucraniana, Svyrydenko, estaba volando a Washington, surgió un desencuentro y Kyiv trató de renegociar lo acordado durante el fin de semana. El secretario del Tesoro estadounidense, Bessent, habría lanzado un ultimátum, avisando que la oficial ucraniana debía “estar lista para firmar todos los acuerdos (incluido el del fondo), o volver a casa”, según el mismo medio. Pero los ucranianos no pueden firmar directamente el acuerdo sobre el fondo, pues debe ser ratificado por el parlamento. Las próximas horas serán cruciales para el desenlace de este pacto, que condicionará la relación entre EE.UU. y Ucrania, así como el desarrollo de las negociaciones de paz.