Un estudio revela que la simulación clínica mejora la formación de los futuros enfermeros y enfermeras

La simulación clínica de alta fidelidad mejora la adquisición y retención de competencias en los estudiantes de enfermería. Esta es la conclusión a la que han llegado profesoras del Grado de Enfermería del TecnoCampus, mediante un estudio que han realizado y cuyas conclusiones se han publicado en la prestigiosa revista Nurse Education in Practice.

El estudio, titulado Effectiveness of high versus mixed-level fidelity simulation on undergraduate nursing students: A randomised controlled trial (Eficacia de la simulación de fidelidad de alto nivel versus nivel mixto en estudiantes universitarios de enfermería: un ensayo controlado aleatorio), ha sido realizado por la Dra. Carolina Chabrera, coordinadora del Grado en Enfermería y responsable del Centro de Simulación e Innovación en Salud en el TecnoCampus, y Laura Curell. La publicación, de referencia en el ámbito de la educación en enfermería, aborda los resultados de un estudio sobre la simulación clínica.

El artículo analiza la eficacia de los diferentes niveles de fidelidad (alta y baja) en la simulación clínica para la adquisición y retención de competencias en los estudiantes de enfermería. El TecnoCampus, que cuenta con un Centro de Simulación e Innovación en Salud, es pionero en esta área. Con el inicio de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud, hace 15 años, se empezó a aplicar esta metodología, que combina el uso de maniquís con y sin tecnología, y también actores o incluso pacientes que recrean su enfermedad.

La simulación permite a los estudiantes del Grado en Enfermería practicar de forma segura y realista las principales competencias clínicas, desde valoraciones básicas y pensamiento crítico hasta intervenciones avanzadas. Tal y como explica Chabrera, la simulación clínica permite “practicar en un entorno seguro el desarrollo de competencias claves como el trabajo en equipo, la comunicación, la toma de decisiones o el pensamiento crítico”.

Consolidar competencias esenciales

Ahora, el estudio realizado pone de manifiesto que un programa de simulación clínica diseñado estratégicamente y aplicado de forma progresiva facilita la consolidación de competencias esenciales, como el pensamiento crítico, las habilidades comunicativas, las destrezas técnicas y la ética profesional. “Hasta ahora existían pocos estudios robustos que demuestren estos resultados”, comenta Chabrera.

En concreto, para realizar el estudio se crearon tres grupos de estudiantes: unos que realizaron simulación de baja fidelidad, otros de alta fidelidad y un tercero que realizaban simulaciones de alta y baja fidelidad. “Lo interesante es que los de alta y baja fidelidad consiguen retener las competencias a largo plazo”, explica.

Las conclusiones del trabajo proporcionan evidencias para el diseño y la implementación de programas educativos basados en simulación clínica, subrayando la importancia de una planificación adecuada de los diferentes niveles de fidelidad para maximizar su impacto formativo.

Además, las investigadoras resaltan la necesidad de investigar los efectos a largo plazo en la práctica profesional y en la transición de los graduados al mundo laboral. Los resultados del estudio refuerzan el papel de la simulación clínica como una estrategia pedagógica fundamental en el currículum de enfermería, contribuyendo a la formación de profesionales altamente cualificados y preparados para hacer frente a las exigencias actuales del ámbito asistencial.

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