
Pedro Sánchez ha vuelto a hacerlo. Con un mensaje corto, visual y empático en TikTok, el presidente ha hablado del cambio horario con tono de ciudadano que también se cansa de atrasar y adelantar relojes. “Esta semana se vuelve a cambiar la hora, otra vez. Y yo ya no le veo sentido”, dice, con esa cercanía calculada que hace que muchos desconecten del escepticismo habitual. Y no es casualidad, porque el formato importa tanto como el fondo. Explicar, en unos segundos, una política que conecta con la experiencia cotidiana de la mayoría (el sueño, la luz, el cansancio) es precisamente lo que Sánchez define como “política útil” en el mismo video.
Porque sí, querer eliminar el cambio horario a partir de 2026 es una buena noticia. No solo por razones científicas o económicas, sino porque simboliza un tipo de política que simplifica la vida de la gente, en lugar de complicarla. Y anunciarlo a través de un canal como TikTok tiene mérito. El presidente sabe que el discurso institucional debe incorporar una pedagogía política ágil y moderna. Que los ciudadanos no quieren comunicados, sino conversación.
No se puede querer eliminar un trámite innecesario y mantener cuotas asfixiantes
Y ahí está la clave. Porque si la política útil es la que escucha, también debe conversar con los autónomos. Con los profesionales que madrugan sin horario, pero que viven pendientes del calendario fiscal y de la próxima cuota. El mismo gobierno que comunica con eficacia la necesidad de acabar con el cambio horario debería aplicar esa sensibilidad práctica al trato con quienes levantan la economía a pulso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer en Eslovenia.
Porque la política útil no puede ser selectiva. No puede servir para eliminar un trámite innecesario y, al mismo tiempo, mantener un sistema de cuotas que asfixia a quienes más producen y menos reciben. Ahora el Ejecutivo rectifica (dicen), después del rechazo casi unánime a su última propuesta de subida. Pero el fondo sigue siendo el mismo: una reforma que penaliza la productividad y el esfuerzo individual. Y que, de aprobarse, perpetuaría la sensación de que en España emprender es casi un acto de heroísmo.
Conviene recordarlo, por aquello de la aritmética parlamentaria necesaria en el Congreso: Junts no votó a favor de la reforma del sistema de cotización de los autónomos en 2022, aquella que el PSOE sacó adelante con los votos del PP y donde, en una disposición adicional, ya había la subida que hoy el gobierno persigue. Ahora el PP dice oponerse. Pero si en 2022 la avaló, toca pedirle coherencia. Igual que hay que pedírsela al presidente Sánchez, que en su vídeo asegura que la política útil escucha “a los ciudadanos y a la ciencia”. Pues bien: escuche también usted a los autónomos, que son ciudadanos y hacen muchos números.
Al final, la política que ilumina no es la que brilla un rato en pantalla, sino la que deja encendida la luz para todos. También para los autónomos que madrugan, festivos incluidos. Y es que, como Hermes, el mensajero veloz de los dioses griegos, la política útil debería moverse ligera, comunicar bien, pero, sobre todo, llegar siempre a tiempo a todos los rincones.