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Tras casi seis años, las personas físicas podrán volver a comprar dólares casi sin límites.
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El anuncio llegó tras el cierre de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El viernes 11 de abril, el gobierno argentino sorprendió a la población con un anuncio inesperado: después de casi seis años el cepo cambiario ha llegado a su fin, al menos para las personas físicas. La medida había sido implementada por la administración de Mauricio Macri tras su derrota en las elecciones primarias de 2019, frente al ex presidente Alberto Fernández.
Vale destacar que la salida del cepo fue una de las promesas de campaña de Javier Milei, aunque él mismo aclaró en varias ocasiones que antes era necesario cumplir ciertas condiciones, como avanzar en el saneamiento del Banco Central. Con el pasar del tiempo, Milei aprovechó diversas oportunidades para reafirmar que su compromiso seguía vigente.
Aunque no faltaron funcionarios cercanos al gobierno que pedían paciencia y señalaban la complejidad de levantar las restricciones cambiarias, varios economistas de renombre sostenían posturas muy distintas. Roberto Cachanosky, por ejemplo, llegó a afirmar que el gobierno «se había enamorado del cepo» y que «corrían el arco todo el tiempo», mientras que Diego Giacomini, a fines de 2024, criticó duramente la intención de tomar deuda del FMI para abrir los controles.
Ese es, precisamente, el argumento con el que la administración de Milei justificó su regreso al organismo multilateral: sostenían que, sin reforzar las reservas —las cuales habían caído en los últimos meses—, no era posible lograr un plan económico más sostenible y, por ende, levantar el cepo cambiario. Esto derivó en la firma de un acuerdo por USD 20.000 millones, tal y como reportó CriptoNoticias.
Así pues, desde este lunes los bancos en Argentina comenzaron a operar sin límites ni restricciones cambiarias para las personas físicas. Ya no rige el tope mensual de USD 200 para el pequeño ahorrista, lo que permite a los usuarios comprar dólares libremente a través de canales como el home banking. La única excepción que aún se mantiene es la restricción para la compra en efectivo por ventanilla, limitada a USD 100 mensuales cuando se realiza con pesos en billete.
Según el nuevo régimen económico anunciado por el gobierno, el dólar flotará dentro de una banda que va de los 1.000 a los 1.400 pesos; es decir, si la cotización de la divisa estadounidense se aleja de ese rango, el Banco Central podrá intervenir en el mercado comprando o vendiendo dólares para estabilizarla. Al momento de redactar esta nota, el dólar en Argentina se cotiza a USD 1.160 para la compra y USD 1.210 para la venta, según información proporcionada por el Banco Nación. En Binance, ahora mismo cada USDT se comercia por 1247 pesos.

Según explicó el ministro Luis Caputo, esta apertura inaugura la «Fase 3» del plan económico de Javier Milei, enfocada en atraer inversiones y normalizar el mercado. Aunque persisten ciertas restricciones para empresas y consumos en dólares, lo cierto es que la eliminación del cupo de USD 200 para personas físicas, al menos bajo las condiciones planteadas por Milei y su equipo, ha generado optimismo y preocupaciones.
Las reacciones por fin del cepo al dólar
En plataformas como Reddit, las opiniones sobre el fin del cepo oscilan entre el escepticismo, el optimismo cauteloso y la ironía. Algunas personas expresan preocupación por el impacto en los precios locales, como señaló Purplesnakeemi: «El vendedor de electrónica de Argentina subirá el precio sin importar lo que pase. Ojalá la gente se avive, compre todo de afuera o solamente si está a un precio competitivo». Otros, como el usuario gabo_98100, ven un lado positivo en la estabilización del tipo de cambio: «Si se estabiliza entre 1200 y 1300, es bueno para todos. Los que están en dólares tienen una tasa más atractiva para vender y los que están en pesos no pierden tanto». Es posible encontrar estos comentarios en el siguiente hilo.
Sin embargo, hay quienes consideran que esta medida no representa una verdadera liberalización, sino más bien un ajuste encubierto. Así lo manifestó el usuario Juicio_Sumario: «No se salió del cepo, es solo una devaluación disfrazada». En contraste, otros celebran este cambio como un avance estructural, como Top-Appointment-9310: «Cambiaron el modelo económico, ahora hay superávit fiscal, es otro país».
Por otro lado, algunos han optado por mostrarse prudentes y recordar experiencias pasadas, como es el caso de Happy_Scrotum: «Es un poco pronto para sacar conclusiones. Cuando Macri levantó el cepo y abrió las importaciones, todo funcionó bien durante casi un año hasta que se volvió insostenible«.
Finalmente, Xero-Hige también matizó su preocupación por el impacto en el poder adquisitivo: «Estaría feliz si estuviera seguro de que no va a aumentar todo (la historia en este país dice que eso suele pasar). Desde la última devaluación, mi sueldo no se ha recuperado, y creo que esto es lo que le pasa a la mayoría». Esta cautela se complementa con la visión de Arroz_quemado_, quien prefiere esperar hasta que sea posible ver los resultados: «No pongo la mano en el fuego por nadie… Esperen a ver los resultados antes de empezar a juzgar».
En cuanto a los especialistas en finanzas, Miguel Braun, representante del BID, elogió la medida como un paso fundamentado en la credibilidad fiscal y financiera del gobierno, criticando a quienes la reducen a una simple devaluación. En contraste, el comentarista Carlos Maslatón cuestionó duramente las bandas cambiarias y la intervención del Banco Central, alertando sobre un endeudamiento público que considera innecesario y criticando el acuerdo con el FMI. Por su parte, el economista Carlos Rodríguez adoptó una postura más cauta, destacando la calma inicial en los mercados y la adaptación de los operadores al nuevo régimen, aunque señaló que los próximos días serán cruciales para evaluar las reacciones comerciales y financieras.
Estas opiniones reflejan la complejidad de un cambio que, para muchos, marca un punto de inflexión, pero cuya profundidad y sostenibilidad aún están por definirse.