La cadena de restauración catalana Establiments Viena ha cerrado el ejercicio 2024 con una facturación de 90,3 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 4,3% respecto al año anterior, cuando alcanzó los 86,6 millones. Este aumento se ha visto respaldado por una gestión prudente de costes, que ha permitido mantener el resultado de explotación dentro de los objetivos previstos.
A diferencia de otras compañías del sector, inmersas en procesos expansivos, Viena mantiene una estrategia de crecimiento moderada. Actualmente, opera con una red de 50 locales, de los cuales 48 se encuentran en Catalunya y 2 en Andorra. Todos los establecimientos son en propiedad.
Uno de los hitos más relevantes del año ha sido la completa eliminación de la deuda financiera neta. En 2024, la compañía ha amortizado 16,9 millones de euros, alcanzando una situación de tesorería sólida. Desde la crisis de 2020, Viena ha devuelto cerca de 30 millones de euros, lo que refuerza su estabilidad económica.
En los últimos cinco años, Viena ha destinado unos 15 millones de euros a la mejora de sus instalaciones, procesos y equipos. Entre las áreas clave destacan la experiencia de cliente, la digitalización, la sostenibilidad, la eficiencia productiva y el desarrollo del talento. Esta estrategia de reinversión constante busca reforzar la competitividad a largo plazo.
Parte de estas inversiones se ha destinado a la modernización de los locales, la actualización de la oferta gastronómica y la mejora de sus centros de producción en Sabadell, que abastecen en exclusiva a toda la red. Además, la digitalización de procesos operativos y administrativos ha sido prioritaria, con avances en ámbitos como la selección de personal, el control de calidad o el mantenimiento.
La plantilla de Viena asciende actualmente a 1.554 personas. En los últimos años, la compañía ha reforzado su equipo directivo con perfiles procedentes de distintos sectores, consolidando una estructura más preparada para los desafíos futuros.
La sostenibilidad sigue siendo uno de los ejes centrales del modelo de Viena. Todos los restaurantes y centros de producción funcionan con energía de origen 100% renovable, en parte generada por instalaciones propias. También se han implantado medidas para reducir el impacto ambiental de sus operaciones, desde sistemas de eficiencia energética hasta políticas de reducción del desperdicio alimentario y el uso de materiales reciclables.
Con estas acciones, Viena consolida su posición como una empresa sólida, prudente en su crecimiento e implicada con la innovación y el respeto medioambiental.
