
Una semana ha tardado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en apagar un escándalo que provocó las primeras protestas masivas contra su gobierno desde que las tropas rusas entraron en Ucrania, además de críticas hasta entonces insólitas de sus socios europeos. La Rada Suprema, el parlamento unicameral del país, aprobó este jueves por amplia mayoría una ley que devuelve la independencia a dos agencias anticorrupción claves para las aspiraciones europeas de Kyiv.
Para afrontar la primera crisis política grave desde el inicio de su mandato hace seis años, Zelenski presentó el proyecto de ley a la Rada el 24 de julio, solo dos días después de que la misma Cámara aprobara una reforma que abolía la independencia la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y de la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAP), poniéndolos bajo la autoridad del fiscal general, un cargo político que nombra el presidente.
Zelenski había acusado a las agencias de ser ineficaces y de estar bajo “influencia rusa”
Entonces, el mandatario ucraniano defendió el polémico texto acusando a esos organismos de ser ineficaces y de estar bajo la “influencia rusa”.
Pero el rechazo de la sociedad civil ucraniana le obligó a dar marcha atrás. Miles de personas salieron a la calle en más de 15 ciudades ucranianas para manifestarse contra Zelenski por lo que entendían una maniobra para controlar unos órganos que en los últimos años habían estado investigando y presentando cargos contra diputados, altos funcionarios del gobierno y miembros de la Administración presidencial.
La lucha contra la corrupción se ve en Ucrania fuertemente ligada a las esperanzas de Kyiv de integrarse en la Unión Europea. La NABU y la SAP se crearon con un estatus especial en 2015, un año después de la revolución prooccidental del Maidán, y fue una de las exigencias de la Comisión Europea y del Fondo Monetario Internacional para relajar las restricciones de visado entre Ucrania y la UE.
Tras criticar a Kyiv, Bruselas muestra su satisfacción por la rectificación. “Es un paso positivo”, dice Ursula von der Leyen
La semana pasada también expresó su malestar la Unión Europea, cuyos países han estado apoyando política y militarmente a Ucrania en su defensa ante la ofensiva rusa, así como los sectores de Estados Unidos partidarios de mantener la ayuda a Kyiv.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “transmitió sus profundas preocupaciones y solicitó explicaciones al Gobierno ucraniano”, mientras que la comisaria para la Ampliación de la UE, la eslovena Marta Kos, escribió en X que la medida suponía “un paso atrás” en el camino de Ucrania en sus esperanzas de integración en la UE.
El proyecto de ley que rectifica la primera decisión de Zelenski y de la Rada fue respaldado este jueves por 331 diputados. Nueve no votaron, y no se registraron ni votos en contra ni abstenciones. Poco después, el presidente ucraniano lo firmó.
Después Bruselas expresó su satisfacción y su apoyo a Ucrania. En un mensaje en X, Von der Leyen dijo que “es un paso positivo”. La mandataria europea añadió que “las reformas en materia de Estado de derecho y anticorrupción en Ucrania deben continuar. Siguen siendo esenciales para el progreso de Ucrania en la senda europea”. Y terminó asegurando que “la UE seguirá apoyando estos esfuerzos”.
El nuevo proyecto de ley para recuperar su independencia había llegado al Parlamento con el respaldo de las mismas agencias anticorrupción afectadas. La NABU y la SAP informaron que habían participado en la elaboración del documento y pidieron a los diputados que lo aprobaran “lo más rápido posible”. De esta forma “se evitarán amenazas a los procesos penales que NABU y SAP están investigando”, dijeron ambos organismos en un comunicado.
Una “respuesta a las expectativas de la sociedad y de nuestros socios europeos”, declara la primera ministra Sviridenko
La primera ministra ucraniana, Yulia Sviridenko, acogió con satisfacción la votación, asegurando que la nueva ley “elimina el riesgo de interferencia en la labor de los organismos anticorrupción”. Según dijo en redes sociales, “esta es una respuesta clara a las expectativas de la sociedad y de nuestros socios europeos”.
La nueva ley renueva la mayoría de las disposiciones que garantizan la independencia de la NABU y de la SAP. Sin embargo, introduce controles adicionales, incluyendo pruebas periódicas de detector de mentiras a sus empleados con acceso a información clasificada, para evitar cualquier “beneficio” procedente de Rusia, según el texto publicado en la página web de la Rada.
La rectificación de Zelenski se aprobó poco después de un último bombardeo de Rusia sobre Kyiv. El jefe de la Administración Militar de la capital ucraniana, Timur Tkachenko, denunció la muerte de siete personas. “Siete vidas de ciudadanos de Kyiv fueron arrebatadas por los rusos en su ataque nocturno. Los rusos son asesinos”, escribió en su cuenta oficial de Telegram. Un niño de seis años falleció en la ambulancia camino del hospital, y al menos 82 personas resultaron heridas, aseguró. Según las autoridades ucranianas, el ataque ruso se llevó a cabo con 309 drones tipo Shahed y ocho misiles de crucero Iskander-K.
Mientras, en el frente de batalla el Ministerio de Defensa de Rusia reivindicó haber tomado completamente la población hoy devastada de Chásiv Yar (Chásov Yar, en ruso) tras 16 meses de combates. El Ejército ucraniano negó haber perdido esa posición.
Situada al oeste de Bajmut, que Rusia capturó en 2023 tras una de las batallas más sangrientas del conflicto, Chásiv Yar es un importante bastión en el este de Ucrania. De confirmarse su conquista, esta abriría a las tropas rusas el camino hacia las importantes ciudades de Kostantínivka, Slaviansk y Kramatorsk, lo que les ayudaría en su objetivo de dominar toda la provincia de Donetsk.