El Gobierno prepara a través del Icex una campaña comercial para potenciar las exportaciones a Canadá, Japón, Australia y Latinoamérica en respuesta a los aranceles de la Administración Trump, como parte de la nueva estrategia de diversificación de destinos tras la guerra comercial.
En un encuentro con la prensa para avanzar los detalles del Foro Icex, que se celebrará mañana en Madrid, la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, ha explicado que el objetivo es “acercarse a los países que comparten la visión del multilateralismo”.
Uno de los puntos estrella de la nueva estrategia pasa por las relaciones con Latinoamérica. El Gobierno confía en que este año pueda activarse el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur. Pendiente de ratificación, permitirá a nuevos productos acceder a un mercado de 270 millones de consumidores.
El “día de la liberación” aún no disuade a los exportadores
A eso se sumarán los viajes, encuentros empresariales y misiones específicas que el Icex quiere promover para potenciar destinos alternativos a Estados Unidos, ha explicado la consejera delegada del instituto, Elisa Carbonell. El foro de mañana servirá para desarrollar algunas de estas iniciativas.
En todo caso, el interés por Estados Unidos no ha decaído pese al “día de la liberación” y al arancel generalizado del 10% desde entonces en vigor, aparte del 25% que se aplica al acero y al aluminio. Trump ha fijado ahora de plazo hasta el 9 de agosto para negociar medidas adicionales.

“Las empresas españolas no se están planteando abandonar Estados Unidos”, ha afirmado. Es una de las conclusiones de un sondeo realizado entre el conocido como Icex 500, esto es, las 500 empresas españolas más exportadoras. En un encuentro empresarial en Houston, el Icex también detectó la voluntad de permanencia de la mayor parte de ellas.
Las exportaciones españolas a Estados Unidos se mantienen en niveles elevados en los cuatro primeros meses del año, con un descenso de apenas el 1,8%, hasta 5.739 millones de euros. Suponen el 4,5% de todos los bienes españoles vendidos en el exterior, por 128.384 millones.