
Los multimillonarios se han desenamorado de Londres por una serie de factores que van desde el Brexit al clima inglés, pero que sobre todo responden a las subidas de impuestos decretadas por el gobierno laborista de Keir Starmer. Los Ángeles roza ya los talones a a la capital inglesa en número de individuos acaudalados, y tan sólo de Moscú se fueron más en el 2024.
Londres está generalmente considerada como una de las ciudades más atractivas para vivir del mundo, pero se ve que ya no lo es tanto para los ricos desde la llegada del actual Gobierno. Hasta ahora los extranjeros que se declarasen no residentes a efectos fiscales (non doms) podían pagar una cantidad neta de 35.000 euros anuales, que les libraba de tener que cotizar por todo aquello que tuvieran o ganasen fuera del país, y tampoco estaban sujetos al impuesto hereditario del 40%, que es una de las tasas más elevadas del planeta.
Pero las normas han cambiado con el régimen fiscal de Starmer, que les obliga a contribuir por la totalidad de su fortuna global a partir de los cuatro años de residencia en el Reino Unido, y los somete al impuestos de sucesiones a partir de los diez. La consecuencia, según un informe anual sobre la riqueza en el mundo, es que 10.800 millonarios (uno cada cuarenta y cinco minutos) han decidido hacer las maletas y marcharse con sus dólares, euros, francos, coronas y libras a destinos como Suiza, Italia, Grecia, Portugal, España, Chipre, Malta, los Emiratos, Canadá, las Islas Caimán y otras del Caribe, Singapur, Sudáfrica o Tailandia.
Nueva York es la urbe con más millonarios del mundo, seguida de San Francisco, Tokio, Singapur y Londres
El año pasado se registró el éxodo más fuerte debido a las cargas fiscales de Starmer, cuya subida de impuestos de 50.000 millones de euros nada más llegar al poder es una de las más agudas en toda la historia del país. Pero se trata de la culminación de un proceso que comenzó tras la crisis financiera del 2008, y que aceleraron el Brexit y la pandemia. Uno de los factores más importantes es la necesidad de obtener un visado para vivir y trabajar en la Unión Europea, dado que el Reino Unido ya no pertenece al club de los 27, lo cual complica mucho los cambios de residencia para todo el mundo, y también para los millonarios.
Otras causas de que Londres haya perdido atractivo entre los multimillonarios es su nivel de delincuencia, la incertidumbre sobre el futuro económico del país, las nuevas leyes laborales que aumentan los derechos de los trabajadores y hacen más difícil despedirlos o explotarlos, y la falta de empresas de alta tecnología. Entre los protagonistas de esta huida hay 18 personas con más de cien millones de libras en efectivo, bonos y acciones (la propiedad inmobiliaria no cuenta), y dos con más de mil millones, entre ellos el magnate de las finanzas Alan Howard. Algunos nombres destacados son el mismo Howard, rey de los fondos de inversión, el propietario del equipo de fútbol Aston Villa (el egipcio Nassef Zawiri), el alemán Christian Angermayer, Charlie Mullins (creador de un imperio de la fontanería), Alfie Best (dueño de una empresa de casas rodantes), la canadiense Ann Kaplan y Asif Aziz, inversor inmobiliario en zonas conocidas de Londres.
El Gobierno calcula que con el nuevo régimen fiscal recaudará 50.000 millones de euros en cinco años, que podrá dedicar a inversión en infraestructuras. Pero agrupaciones de empresarios cuestionan esa cifra, y dicen que en realidad el Tesoro dejará de recaudar por la fuga de personas ricas unos 1.500 millones de euros al año, y que de aquí a finales de la década se perderán 23.000 empleos en el país (todas ellas cifras anteriores a la gran revolución al comercio mundial impuesta por Donald Trump, y de consecuencias aún difíciles de pronosticar). Por término medio, un millonario del Reino Unido paga anualmente alrededor de medio millón de euros en impuesto sobre la renta y las ganancias de capital, y el 1% de individuos más adinerados aporta el 29% de lo que recauda el Tesoro en esos conceptos.
Los protagonistas del éxodo se van con su dinero a países de la UE, islas del Caribe o los Emiratos del Golfo
Nueva York, según el informe elaborado por la consultora Henley and Partners, es la ciudad del mundo con más millonarios (384.500), seguida de San Francisco, mientras que Londres se ha quedado con 215.700 y Manchester es la otra única urbe británica que aparece en la lista de las cincuenta que atraen mayor riqueza (en el puesto 46). La capital inglesa es la cuarta más cara, detrás tan sólo de Hong Kong, Nueva York y Montecarlo. Su bolsa (London Stock Exchange) ha pasado del segundo al undécimo puesto en volumen de capitalización, con mucho dinero emigrando en los últimos años a los parqués de París, Frankfurt, Milán, París y Dubái.