
Aragón se prepara para el mayor desembarco puntual de trabajadores extranjeros de su historia reciente. En los próximos meses, está previsto que entre 1.500 y 2.000 trabajadores chinos lleguen a la comunidad para montar la gigafactoría que Stellantis y la china CATL, número uno mundial del sector de las baterías para coches eléctricos, van a levantar en Figueruelas (Zaragoza). Un macroproyecto de 4.100 millones de euros que echará a andar en un par de años con la ayuda de esta mano de obra especializada, pero cuya llegada plantea serios retos a los anfitriones.
Según personas conocedoras del proceso, se prevé que el primer flujo de empleados orientales –menos de 500- se produzca en otoño, mientras que el pico fuerte de entrada se registrará el próximo año. Entre sus filas habrá operarios, montadores y otros perfiles más técnicos, como ingenieros de diversas especialidades. “La fábrica la montan con su propia tecnología, por eso traen gente especializada en estos montajes, incluidos los expertos que supervisarán la formación a los futuros trabajadores de la planta”, confirman esas fuentes.
Los sindicatos ya han avisado de que estarán “vigilantes” para que se cumpla la normativa laboral
Para los trámites administrativos, la Unidad de Grandes Empresas y Colectivos Estratégicos, dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, echará mano de la ley 143/2013 de apoyo a los emprendedores y su internacionalización. Según el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, el proceso de selección del personal tendrá lugar en China y la tramitación de la documentación se hará en bloque, con registros iniciados en origen. “Será la primera vez que se aplique esta modalidad en Aragón”, precisó.
Más allá del papeleo, el principal quebradero de cabeza es dónde alojar al contingente, que supera en número a muchos pueblos de la zona. Descartado el alquiler por la falta de oferta suficiente, se están estudiando diversas ubicaciones y alternativas, como la de instalar viviendas modulares prefabricadas –estilo mobile home – con servicios comunes. Entre las prioridades, que sean lugares próximos a la futura gigafactoría, pegada a la actual fábrica de automóviles de Stellantis (a 30 km de Zaragoza ), y que cuenten con el terreno necesario y acceso a servicios básicos como luz, agua o red de saneamiento.
Otro fleco pendiente es el de la atención sanitaria. La planta de Stellantis cuenta con un consultorio propio, pero no parece suficiente para atender a la nueva demanda. El Gobierno autonómico ya han asegurado en público que “reforzará” los servicios sanitarios de la zona, ya de por sí tensionados, aunque falta perfilar los detalles.
Por su parte, los sindicatos advierten que estarán “vigilantes” para que las condiciones de esta miniciudad sean las adecuadas y sus inquilinos cumplan con la legalidad de la normativa española, sobre todo en lo relativo a las horas de trabajo. “Velaremos por que se cumpla nuestra legislación laboral”, apunta Manuel Pina, secretario general de CC.OO. en Aragón.
Mientras, las adjudicatarias Acciona y MLN ya han comenzado los primeros movimientos de tierras sobre el terreno. El objetivo declarado es poder sacar las primeras baterías de prueba hacia mediados del 2027 y fabricar a pleno pulmón un año más tarde, hitos que con la llegada del contingente chino hoy parecen factibles. “Pensaba que no iban a ir tan rápido, pero están cumpliendo los plazos”, reconoce Pina.
Una segunda General Motors
Por las calles de pueblos como Figueruelas, Pedrola o Alagón, el tema estrella de estos días es la llegada del aluvión de trabajadores chinos. Muchos recuerdan que ya se vivió algo similar hace casi medio siglo, cuando alemanes, estadounidenses o japoneses levantaron a partir de 1978 la fábrica de General Motors (GM) en la zona, que supuso un antes y un después para la economía regional.
Como ya sucedió entonces, los municipios creen que el nuevo contingente puede traer beneficios puntuales a bares y comercios y muestran su disposición a colaborar en lo que “modestamente” puedan para que la gigafactoría, que generará unos 3.000 nuevos puestos de trabajo de alto valor añadido, vea la luz cuanto antes. “Es un proyecto muy esperado que nos asegura un crecimiento de calidad y paulatino para nuestro futuro”, señalan fuentes municipales.