El ejército Israelí ha bombardeado por segunda vez en menos de una semana el Líbano. El ataque se ha producido a las 03:30 h de la madrugada (00:30 GMT) sin previo aviso de desalojo. Han muerto tres personas y siete personas resultaron heridas. Se estima que uno de los objetivos y víctima mortal de la ofensiva era un funcionario de Hizbulah. El ejército de Israel ha dicho en un comunicado que la agresión contra el militante de Hizbulah se debe a “que recientemente había dirigido operativos de Hamás y los había ayudado”.
El ataque aéreo ocurre tan solo unos días después del bombardeo del viernes pasado, cuando Israel arremetió contra la capital del Líbano como respuesta a un lanzamiento de cohetes sin consecuencias relevantes y que, por el momento, nadie ha reclamado su autoría. Hizbulah no ha dado información respecto a la identidad de la víctima.
Ataque israelí en el sur de Beirut esta madrugada después de que su ministro de Defensa amenazara a Beirut por un nuevo lanzamiento de cohetes
Aoun busca el apoyo de la comunidad internacional
Después de cuatro meses de inactividad por el alto el fuego, que Israel rompió de manera unilateral, el presidente libanés, Joseph Aoun, condena la nueva acción contra el territorio libanés y declara en un comunicado de presidencia que ve como una “advertencia” el segundo ataque. Una ofensiva que muestra intenciones premeditadas en el ataque contra el país de Oriente Medio, según el presidente del Líbano. A la vez, busca apoyo internacional para garantizar su “derecho a plena soberanía”
El presidente Aoun también ha comentado que el ataque ocurre en un momento de máxima tensión si se toma en consideración la firma en Yeda del nuevo acuerdo entre el Líbano y Siria de coordinación bilateral en el control de la frontera.
Ibrahim al Moussawim, miembro parlamentario del grupo chií libanés, ha alertado que el ataque a Beirut abre un período “muy peligroso”. También ha añadido que “Lo que ocurrió es una gran agresión que ha llevado la situación a una etapa muy peligrosa (…) Ahora ponemos sobre la comunidad internacional, EE.UU. y los países occidentales la responsabilidad por este crimen atroz, que se considera como una continuación de la guerra”.
